Iñigo Echeverría Aldunate (Pamplona, Navarra, 1977) es ingeniero y actualmente es responsable de la sección de Alimentación y Bebidas de KREAN. Cuenta con una amplia experiencia en el diseño y desarrollo de proyectos de ingeniería en torno a la industria alimentaria y ha colaborado con empresas referentes del sector. En la actualidad se centra en afrontar los nuevos retos del sector alimentario y promover proyectos sostenibles.
Echeverría ha hablado con EnpresaBIDEA sobre el trabajo de KREAN en el sector y sus planteamientos de futuro.
¿Qué hacéis exactamente en el área de Alimentación y Bebidas?
Nuestra actividad se centra en proyectos de ingeniería para la industria alimentaria. Diseñamos nuevas plantas de producción en toda su extensión o intervenimos en instalaciones existentes mediante actuaciones como implantación de nuevas líneas de proceso, mejoras en sistemas energéticos o medioambientales, ampliaciones…. Ofrecemos un servicio integral, a través de un equipo multidisciplinar, adaptado a las necesidades concretas de cada cliente. Coordinamos todas las disciplinas desde una perspectiva altamente especializada en el ámbito de la alimentación.
¿Cómo es vuestra actividad diaria?
Es muy dinámica. Requiere una coordinación permanente entre técnicos de diferentes perfiles y una estrecha relación con clientes y proveedores. Cada proyecto es único y eso hace que nuestro trabajo sea diverso y enriquecedor.
¿Cuáles son los principales retos técnicos a los que os enfrentáis a la hora de diseñar instalaciones de alimentación?
Lo imprescindible es garantizar la seguridad alimentaria. Para ello hay que conocer bien cada actividad y tener en cuenta aspectos como los flujos de personas y productos, los materiales utilizados y las condiciones ambientales. Además, existen otras características como la estacionalidad en determinadas materias primas o la vida útil limitada de muchos productos. Por otro lado, debemos adaptarnos a una normativa ambiental cada vez más exigente y, por supuesto, garantizar también la eficiencia económica y energética.
¿Cómo es vuestra relación con los clientes mientras desarrolláis proyectos?
Nuestro modelo se basa en el apoyo integral desde la definición inicial del proyecto hasta su puesta en marcha. Apostamos por una relación cercana y a largo plazo. Llevamos años colaborando con muchos clientes y eso ayuda a llevar a cabo proyectos que realmente responden a la confianza y a sus expectativas.
Entre vuestros proyectos destacan empresas como Mahou San Miguel, PepsiCo, Florette y el grupo IAN. ¿Cuál ha sido especialmente significativo o ha supuesto mayor reto?
Cada proyecto tiene sus retos: ubicación, escala, plazos, novedades técnicas, etc. Lo más interesante de nuestro trabajo es que no hay dos proyectos iguales, lo que hace que siempre estemos aprendiendo. Algunos son complejos por las condiciones del entorno, otros por las tecnologías que utilizan. Todos los proyectos dejan cierta huella en nuestro equipo.
Además de las instalaciones industriales, colaboráis en el desarrollo estratégico de las empresas. ¿Qué importancia tiene este enfoque estratégico en los proyectos de arquitectura e ingeniería?
En muchos casos ayudamos a las empresas a convertir la visión de futuro en una realidad estructurada, plasmándola en los planes directores y estableciendo pasos concretos y realistas para abordar de forma ordenada los objetivos a medio y largo plazo. Elaboramos hojas de ruta que guíen la transformación y el crecimiento de las compañías desde un punto de vista técnico.
¿Qué tendencia dominante están observando en la actualidad en el sector?
Automatización, sostenibilidad y digitalización son los ejes que están marcando el rumbo. Las instalaciones deben ser cada vez más eficientes y, al mismo tiempo, más respetuosas con el medio ambiente. También estamos viendo una apuesta clara por alimentos más saludables y personalizados. En este sentido, hemos trabajado en proyectos innovadores relacionados con proteínas alternativas, como los basados en insectos, micelios o carne cultivada. Su industrialización escalada será uno de los grandes retos de futuro.
La sostenibilidad y la digitalización están cada vez más presentes. ¿Hasta qué punto están integrados en vuestro trabajo diario?
La sostenibilidad y la digitalización están ya plenamente incorporadas a nuestro trabajo diario. Hoy son aspectos imprescindibles. Cuestiones como el consumo de agua, el uso de energías renovables o la gestión de residuos son vectores que se implementan en los proyectos desde su inicio.
Asimismo, la monitorización y el control de los procesos se han convertido en elementos imprescindibles. Hace unos años estos aspectos eran característicos, pero hoy en día son obligatorios y están integrados en todos los proyectos.
¿Qué principales retos ves en el sector alimentario para los próximos años?
Además de seguir avanzando en el camino de la sostenibilidad y la digitalización, el sector debe adaptarse a un consumidor más informado, a las nuevas normativas y a un contexto global cada vez más incierto. El cambio climático o la inestabilidad geopolítica influyen directamente en la cadena alimentaria. Otro de los grandes retos es atraer y fidelizar el talento de los técnicos.
KREAN es una cooperativa perteneciente al grupo Mondragon. ¿Cómo crees que influye el carácter cooperativo en vuestro trabajo diario o en vuestra relación con los clientes?
La cultura cooperativa determina radicalmente nuestra forma de trabajar. Nos implicamos en cada proyecto como si fuera nuestro propio. Creemos en las relaciones a largo plazo, basadas en la confianza, tanto dentro del grupo como con los clientes. Este modelo fomenta el compromiso, lo que nos da resultados sólidos.
¿Qué destacarías en la forma de trabajar de KREAN?
Colaboración. Los proyectos que desarrollamos son complejos y realizados por grupos multidisciplinares. Participan perfiles de gran diversidad, se entienden, se coordinan y cada uno aporta sus conocimientos específicos. Cada profesional habla desde su propia experiencia, compartiendo aquello que realmente domina y poniéndolo al servicio del proyecto.
¿Qué consejo le daría a un joven ingeniero o arquitecto que quiere trabajar dentro de la industria de la alimentación y las bebidas?
Por un lado, le aconsejaría que se preparara bien, pero sobre todo le destacaría la importancia de tener curiosidad en todo momento. La industria alimentaria es apasionante y está en constante cambio. Si mantienes los ojos y los oídos abiertos, nunca dejarás de estudiar.
¿Cuál es el próximo objetivo estratégico del departamento de Alimentación y Bebidas de KREAN?
Nuestro principal objetivo es seguir siendo ingeniería de referencia en el sector de la alimentación y bebidas. Queremos seguir desarrollando proyectos eficientes, seguros, sostenibles y tecnológicamente avanzados. En resumen, queremos consolidarnos participando en proyectos que sean distintivos y referentes en el sector.